Quede en encontrarme con unos amigos en casa para luego irnos todos juntos al primer día del Hot Festival Buenos Aires. A eso de las 4 comenzaron a llegar, y a eso de las 5 ya estábamos todos juntos. Amigos de distintas nacionalidades, USA, Venezuela, Ecuador, Inglaterra y Sur África, todos reunidos con el mismo propósito, ver a algunas de nuestras bandas favoritas.
Decidimos que la mejor forma de ir sería tomando el subte, línea D, luego cambiarnos a la línea C y por último, tomar el colectivo numero 4 en la estación constitución. ¡Terrible idea! Un corte en la estación constitución, ocasionó una demora tremenda en nuestros planes. Finalmente, a eso de las 19:00hs y luego de una agobiante experiencia en colectivo, llegamos a la costanera sur. Al bajarnos del colectivo comenzamos a ver un montón de gente, todos encaminados cual rebaño hacia la misma dirección. En el primer filtro nos pidieron que tuviéramos el ticket en mano, o en su defecto una sonrisa. Yo no tenía ninguna de las 2 así que me pararon y me hicieron sacar mi ticket. Seguimos caminando unos cuantos metros por un camino de tierra, y ahí estaba el segundo filtro, donde las mujeres van por un lado, los hombres por otro y te “revisan”. La revisión es lo más parecido a un chiste, la verdad no revisan nada, pero mejor para nosotros porque queríamos entrar lo más rápido posible. Entramos y nos encontramos con una pequeña tarima donde suponemos que se presentaban bandas nacionales, sólo un pequeño grupo observaba así que ni siquiera nos detuvimos y seguimos avanzando. Luego llegamos a la Zona Hot y casi en diagonal, estaba la tarima principal.
Entramos a la Zona Hot, y nos encontramos con un montón de cosas inusuales. Roho montó una mini peluquería y hacia peinados gratis a los que querían. También había una capilla para unir en matrimonio a los que le provocara y justo al lado estaban unos enanos disfrazados de Elvis, otro de Cupido y una pequeñita que no descifré. Al otro lado había una carpa con luces verdes donde podías cantar Karaoke. En fin, un montón de cosas que vimos sólo esa vez al entrar, pero más nunca volvimos. Al salir de la Zona Hot, justo al lado había una discoteca disco, re divertida, el que quisiera podía entrar y bailar todo lo que deseara. Seguimos el recorrido y llegamos a la segunda tarima. A los costados había stands de Pepsi donde podías degustar de la Pepsi más terrible del mundo, o comer una mini paty. Ah, me olvidaba, antes de llegar a la segunda tarima, había una carpa inmensa de Quilmes, donde podías hacer cola para entrar, y consumir 2 cervezas. Eso me pareció genial. Nada más insoportable que un borracho en un concierto. Justo cuando llegamos a la 2da tarima, bajaron las luces y se montó el Dj Girl Talk. El tipo se montó en su gran display, comenzó a poner música e inmediatamente salieron un montón de chicos que comenzaron a bailar desaforados detrás de él. A los lados, una chica y un chico, con unos aparatos muy peculiares comenzaron a lanzar papel toilette hacia el público. Al comienzo sólo observamos, pero luego de unos minutos comenzamos a mover el esqueleto. La euforia del Dj era increíble y los chicos que bailaban detrás de él, también transmitían la mejor de las energías. Bailamos y cantamos esas canciones que todos sabemos, pero negamos, y luego de 45 minutos, el Dj se subió a su propio display, micrófono en mano agradeció al publico y se despidió.
Apenas nos dio tiempo de avanzar con la multitud hacia la segunda tarima, cuando de pronto comenzó a cantar Mika, con sus zapatos de lentejuelas. Mika me encanta, me parece un tipo muy talentoso y brillante, su música me parece infantil pero sensual al mismo tiempo, así que de verdad lo disfrute. Demostró muy bien sus dotes como cantante, pianista, percusionista, bailarín y hasta trompetista. Lo único que realmente odie fue la producción de su concierto. La verdad, estoy un poco harta del concepto de circo y en la última canción, luego de un excelente show de percusión junto a su banda, salieron un montón de personas al escenario, con atuendos llenos de colores new age, usando las terribles pero famosas máscaras, que diseñó cierto artista japonés. Mis amigos gays y mis amigas lo disfrutaron, el resto del grupo no tanto. Apagan las luces de la tarima. Todavía volaban papelillos de colores y de pronto, comenzó el sonido de nuevo en la otra tarima. Esta vez tuvimos que caminar mucho más rápido y, ahí estaban, desde United Kingdom, Hot Chip.
Cinco músicos increíbles, la verdad muy buenos. Son unos tipos divertidos que hacen música madura. A mí y a mis amigos nos dio la sensación de que son más experimentales en vivo que en sus discos. Daban la impresión de que la estaban pasando re bien en el escenario, lo único, es que el sonido fue una real porquería. Recuerdo con claridad que uno de mis amigos me dijo: mi ipod suena más duro. No sabemos que paso, pero definitivamente el sonido les cago el concierto. Igual lo disfrutamos mucho y al final todos coreamos “Ready for the Floor” con una sonrisa de oreja a oreja. De pronto, apagaron las luces del escenario y ya por experiencia, nos dimos la vuelta y salimos casi corriendo al escenario 1.
Bajaron las luces de la tarima y cuando las volvieron a encender, vimos un derroche de latex y cuero sobre el escenario. Scissor Sisters, la verdad no sabía que esperar de ellos, pero realmente me sorprendieron. Jake Shears (vocalista) vestía un traje de latex brillante con rayas rojas a los costados, y Ana Matronic un traje de cuero negro, cabello rojo con peinado cincuentoso, anillo de planetario y tacos super altos. Luego de asimilar los trajes, comenzamos a escuchar y el resultado, fue una mezcla de mucho rock y sexualidad. Su música es agresiva y la tienen tan clara que terminan impactando. Jake Shears se fue desnudando durante todo el concierto, ella sólo se cambio los tacos en pleno escenario, y mientras lo hacia abrió las piernas y todo el público pudo ver sus bombachas. Simularon tener sexo en el escenario y para la última canción, se cambiaron de vestuario, esta vez mucho más provocativo. Luego de cantar el hit que los llevo a la fama “I don´t feel like dancing”, Jake Shears se quitó el enterito de leopardo que estaba usando, y quedo en tangas en el escenario. Así, como restregando su osadía y diciendo si, me quede en bolas, y? Las caras en el público eran un poema, en su mayoría se pusieron las manos en la cara y soltaban carcajadas nerviosas. No estamos muy seguros de haber disfrutado tanto su música, pero el espectáculo visual fue de 10.
Ahora si tuvimos que correr literalmente. Esta vez no dieron ni un segundo de tiempo. Antes de voltear, Thomas Mars estaba saludando al público y agradeciendo la espera.
Así que llegamos a la tarima 2 de nuevo y esta vez eran los parisinos de Phoenix, los que se acababan de montar. A mi y a mis amigos nos encanta esta banda Yo pensé, que la voz de Thomas Mars, podría llegar a ser bastante fastidiosa en concierto, pero estaba equivocada. Los chicos demostraron que saben hacer música. Me encantaron las visuales y aparte del show de luces, la iluminación de la tarima fue muy buena. Luces amarillas salían por debajo de los miembros de la banda, dándoles un estilo muy rockero y hasta teatral. De pronto la directora de cine Sofía Coppola, esposa del cantante, tiene algo que ver en eso.
Tocaron todas las canciones que queríamos escuchar y hasta hicieron una especie de remix de una de mis canciones favoritas. Al final y entre el público, Thomas Mars despidió a la banda y de nuevo pedio disculpas por la demora. Phoenix sobrepaso mis expectativas y las de mis amigos.
Ahora todos íbamos caminando con un mar de gente hacia la salida, hablando como dementes de todo lo que habíamos visto y escuchado (porque durante el concierto no tuvimos tiempo ni de hablar), cansados de tanto correr y bailar pero extremadamente satisfechos y con el corazón contento.
La ida a nuestras casas no fue tan agradable, pero no nos importó. Estábamos tan felices que no nos dimos cuenta de que tardamos hora y media en tomar un taxi. Lo otro que nos hacía felices, es que al día siguiente venía la parte 2…
Lola
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